Dr. Ramón Daubón El desarrollo de las comunidades nunca se ha dado en un vacío de participación, por lo contrario, ha necesitado de la colaboración de todos los sectores. Ha requerido de la voz activa de las personas que desean transformar la sociedad. Son estas personas, las que en organización, transforman y le dan vida al paradigma de la democracia real. Este año que está a punto de culminar, protagonizó cientos de movilizaciones a nivel global, bajo el nombre de “indignación” u “ocupa”, reclamando las mismas consignas “democracia real” y “participación ciudadana”. Eran los reclamos de darle democracia y aprobación de las personas que viven las consecuencias de las acciones del gobierno. “La democracia es mucho más que participar en una elección, es la capacidad de un pueblo de gobernarse a sí mismo. Todos los actores sociales deben ser capaces de participar en ese acto de gobernarse” mencionó Ramón Daubón, Profesor de la Universidad del Sagrado Corazón y Coordinador del Certificado Graduado en Desarrollo Comunitario de esta institución. Según Daubón, es importante establecer una agenda de trabajo público y asignarle tareas al gobierno, basados en las necesidades analizadas y pensadas por el pueblo. “El sector público no es el gobierno, es el pueblo y el pueblo mismo define lo que es central para ciudadanía” aseguró Daubón en una reflexión para el Boletín Puentes del Centro de Vinculación Comunitaria. Para el profesor del Programa de Desarrollo Comunitario, la democracia debe ser un juego de sumar y aprender a comunicar, no uno donde la suma para uno sea la pérdida para otros y otras. “Para ello es necesario el participar como ciudadano y ciudadana, para actuar como gestores y llevar la voz” mencionó Daubón. En torno al proceso electoral y político, aseguró que el mismo “no debe tener vida propia, por lo contrario, debemos ser los sectores comunitarios quienes seamos la vida al sistema y ser nosotros y nosotras mismas la voz ciudadana”. También entiende que no se debe esperar que el gobierno nos de espacio, sino reclamar construir nuestra agenda ciudadana desde abajo para arriba. Entre los ejemplos de empoderamiento ciudadano y de espacios de lo que él entiende es construcción de ciudadanos (y ciudadanas) fue el Proyecto de Enlace del Caño Martín Peña. Daubón entiende que es importante para evitar otra catástrofe económica, la participación ciudadana en todos los niveles. Tanto en el plano público como en el plano privado. “Hay que salir de la participación de hacerse un número más en la reunión, es hacerse dueño del proceso. Es la única respuesta que se puede dar la política de los últimos treinta años donde la riquezas del uno por ciento ha crecido desmedidamente mientras que al resto no le ha llegado la misma” concluyó diciendo el experto en desarrollo comunitario. -- Artículo publicado en Boletín Puentes, es una publicación trimestral del Centro de Vinculación Comunitaria de la Universidad del Sagrado Corazón. Forma de citar la referencia: Cintrón Gutiérrez, L. (2011, Octubre-Diciembre). De la segregación a la convergencia: una mirada a los Nuevos Movimientos Sociales.Boletín Puentes, 20, P.1.
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Foto: Centro de Medios Independientes de Puerto Rico El paradigma gubernamental de Puerto Rico se nutre de la democracia representativa. Este modelo se destaca por ceder los poderes decisionales a un pequeño grupo de personas. En ocasiones, por sus circunstancias sociales e históricas, algun@s de l@s funcionari@s electas no viven cercan@s a las realidades colectivas de las comunidades del país. A su vez la burocracia limita la participación ciudadana en el desarrollo de políticas públicas. En ocaciones la política pública es planificada de forma estándar y centralizada. En otras palabras vienen “pre-fabricadas” y se implementa sin tomar en cuenta las necesidades de los sectores. Esto se puede interpretar que la política pública va en sentido contrario a las necesidades quetienen las comunidades. En los últimos años, el gobierno ha dejado “espacios vacíos” en el desarrollo social. La democracia representativa se ha apartado del fin de representar las mayorías. De esos espacios abandonados es que nace el liderato comunitario. Es decir, personas claves y con iniciativa que viven en la comunidad. Son personas que sufren las mismas necesidades y tienen un gran deseo de cambio. Al perder el gobierno la capacidad de satisfacer las necesidades de las comunidades, este liderato social se impone con el imperativo de la autogestión, desarrollo económico comunitario y la participación ciudadana. Muchos y muchas de este lideratocomunitario son ejemplo para el país. A veces tienen la opinión pública en contra y al sector oficialista del gobierno. No obstante, son escuchadospor gran parte del país por dos razones: padecen lo mismo que nosotr@s y toman acciones, son pro-activo en la hora de denunciar algún atropello. Se vuelven por un momento en el representante delbarrio o la comunidad ante el gobierno y ante el país, algo así como senadores(as) “motu proprio”. Ell@s, algun@s sinsaber, han demostrado la funcionalidad y necesidad de otro paradigma de país, la democracia participativa. Ese liderato comunitario, a diferenciadel liderato político, no vive estático. Es cambiante dependiendo de las necesidades históricas del momento. Han evolucionado por las circunstanciasde la comunidad y el país. Han sido la voz de l@s excluid@s en losprocesos decididos por el gobierno. Han sido defensores y defensorasdel patrimonio histórico, cultural y ecológico. Ejemplos de ello sonlas movilizaciones contra la destrucciónde la Quebrada Chiclana en Caimito, la paralización del Gasoducto del Sur de Tallaboa durante el cuatreniode 2004. Han defendido la integridad de sus comunidades, como la defensa del arte público en Manuel A. Pérez, contrala brutalidad policiaca en el Residencial Candelaria de Mayagüez y las expropiaciones forzadas en el Barrio Bocade Barceloneta. El liderato comunitariono descansa en la fiscalización y continúa dando la lucha por la calidad de vida en las comunidades. Eso podemos verlo conlas recientes manifestaciones contra elGasoducto de Norte a Sur en el 2010. Sin duda alguna las comunidades, juntoa las organizaciones sin fines de lucro, al sector ambientalista y a l@s estudiantes les han dado cátedra de confiabilidad al gobierno y al país. Han demostrado que juntos se puede construir un nuevo país. --- Artículo publicado en Boletín Puentes, Esta es una publicación trimestral del Centro de Vinculación Comunitaria de la Universidad del Sagrado Corazón. Forma de citar la referencia: Cintrón Gutiérrez, L. (2010, Julio-Agosto). La Importancia y aportaciones del liderato comunitario en Puerto Rico. Boletín Puentes, 20, P.1. Con el fin de luchar por la independencia desde un enfoque de educación popular y de empoderamiento del pueblo, un grupo de jóvenes, principalmente ex fupistas, fundaron el Colectivo La Nueva Escuela (LNE). Esta organización, de carácter independentista, lleva cinco años haciendo trabajo comunitario en miras de crear un Puerto Rico desde los oprimidos. Hasta el momento han impactado varias comunidades de lazona oeste y metropolitana de la Isla. Trabajos destacados de esta organización independentista ha sido el Residencial Manuel A. Pérez de Río Piedras, Comunidad Las Latas en Guánica y el Barrio Dulces Labios en Mayagüez. Según Aníbal López Correa, miembro de LNE, esta organización independentista nace principalmente del llamado del Comandante Machetero Filiberto Ojeda Ríos a insertarse en las comunidades y educar para la nueva patria inspirado en la Pedagogía del Oprimido, teoría desarrollada por el brasilero Paolo Freile. Este proponía que todo cambio debe venir de las personas oprimidas. A diferencia de otras organizaciones independentistas, La Nueva Escuela “va trabajando con los problemas inmediatos de la comunidad, no con la teoría de que la independencia es mejor por esto, o porque nos daría más libertad, sino trabajarlo desde las problemáticas que tienen en cada comunidad”, mencionó el también estudiante de maestría en educación en la Universidad de Puerto Rico. A pregunta del entrevistador sobre el nacimiento del proyecto de La Nueva Escuela y la influencia de la lucha contra la Marina de Guerra de los Estados Unidos, López Correa entiende que aun cuando el independentismo en general ha aprendido de la lucha de Vieques y los salvadores de la Isla Grande a la Isla Nena, este proyecto de educación popular nace de la experiencia de los rescatadores de tierra en los años setentas. Vale destacar que los rescatadores de tierra eran personas que retaban la autoridad del gobierno y los llamados grandes intereses para poder construir su propia comunidad en terrenos que estaban ‘elitizados’. Para Aníbal López el inicio de la autogestión y la organización comunitaria tiene a ser una forma nueva de disponer de los servicios del estado. “Detrás de esto hay un proyecto político, que es demostrarle a las personas que la independencia es posible en la medida que nosotros y nosotras nos apropiamos de las cosas que pasan alrededor y en nuestras comunidades podemos decir que como país echar hacia adelante”, destacó el también líder comunitario. “A la medida que el trabajo es de nosotros (los independentistas), nos quedamos solo nosotros”, mencionó el también facilitador del Instituto Universitario de las Comunidades en la Universidad de Puerto Rico. A diferencia de otros movimientos políticos, La Nueva Escuela, más allá de tratar de tomar el poder, desea pasarle el poder al Pueblo. López Correa destacó que en las sociedades democráticas emanan del Pueblo e invitó a que seamos colaboradores de las comunidades y romper con lo que es la teoría. Esto, según el destacado activista comunitario, ha sido una ganancia tanto en las comunidades impactadas por La Nueva Escuela como en otras a nivel mundial, destacando como ejemplo el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil. *La entrevista al camarada Aníbal López Correa es un requisito parcial para el Curso CMU 610, del Programa Graduado de Comunicación en la Universidad del Sagrado Corazón. **Foto: http://www.facebook.com/lanuevaescuela La Ley para el Desarrollo Integral de las Comunidades Especiales de Puerto Rico (Ley Núm.. 1 de 1 de marzo de 2001 o simplemente Ley de las Comunidades Especiales) nace en el año 2001 con un imperativo, explícito en su declaración de motivos, de auto-gestión y apoderamiento comunitario. Esto es el proceso integral mediante el cual las personas y sus comunidades reconocen y ejercen el pleno dominio y control de sus vidas partiendo desde su propio esfuerzo y poder. Esta ley se da dentro de un marco plagado de desigualdad social y económica y de género. Cerca de dos terceras (2/3) partes de la población del país vive bajo los niveles de pobreza y cerca de una tercera parte (1/3) de las familias están encabezada por mujeres. La Ley de las Comunidades Especiales reconocía como problema los altos niveles en el porcentaje de analfabetismo y deserción escolar, personas bajo el nivel de pobreza, desempleo y la gran cantidad de núcleos familiares donde predomina un sólo jefe de familia como único sustento. También reconoció el largo historial de problemas ambientales y deficiencia en la provisión de servicios básicos y las condiciones de vivienda. |
Luis Javier
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