Foto: Jorge Rodríguez Si algunas lecciones históricas nos han dado los roces políticos del Movimiento Pro Independencia (MPI), el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP) y todo los demás movimientos de liberación nacional en la década de los ochentas ha sido la necesidad de ver la lucha más allá de nuestras narices. Un lector del semanario Claridad publicó una carta abierta a Clemente Morales (16-22 de julio de 1982) donde concisamente plantea la necesidad de una unidad de los sectores independentistas para lograr la libertad de Puerto Rico. En esa misma carta menciona que “primero hay que tener la casa para luego pintarla de los colores que sean”. Por último nos menciona que pensar en la independencia bajo dogmas es simplemente soñar con pajaritos preñados. Si bien es cierto, para poder pintar la casa grande del pueblo, es necesario tener primero la casa y el terreno. Es por ello que el “real politik” del nacionalismo que emergió en la República de Alemania o hasta el proceso emancipador que ha continuado en Palestina ha tenido una razón de existencia. Dentro de la realidad histórica, el proceso de liberación nacional de los pueblos se ha dado dentro de tres referentes. En el primer plano está el referente cultural. En el segundo y tercer plano se encuentran el marco económico y marco político. Aún cuando se separan para su análisis, estos tres conceptos son altamente complementarios. Claro, esto se da dentro de una relación de mercado. Jesús Martín Barbero (1991) nos presenta que tanto el aspecto político, y cultural está sujeta a una economía que brinca lo domestico para identificar los intereses “comunes” y conformar una unidad. Dentro del plano cultural es que se dan y se definen las identidades que ayudan a plantear la nacionalidad. En otras palabras es el marco que nos da el terreno y nos ayuda a definir la casa. Es el aspecto cultural la mitología que es capaz de unir a la gran mayoría de las personas bajo un símbolo o una bandera. El caso puertorriqueño de la cultura ha sido una lucha ganada. La mono-estrellada, la figura de José Juan Barea y otros signos culturales han logrado hacer que el imperio y el gran capital reconozcan la autonomía e independencia cultural de Puerto Rico frente a los Estados Unidos (EEUU). El triunfo de la independencia cultural ha llegado a tal nivel que las multinacionales foráneas adoptan al Comité Olímpico de Puerto Rico, la Parada Puertorriqueña en todos los confines de los EEUU y hasta el Festival Claridad. Ha sido tan contundente, que la diáspora y los descendientes de puertorriqueños en otros lares asumen como suya nuestra cultura y nuestra historia. Ya en el marco político, se nos ha trancó el juego de barrillas y cemento. La política, en esencia, supone la construcción o la obtención del poder dentro de una acción en sociedad para dirigir su propio destino y su propia unidad geográfica. Por cerca de ciento quince años, hemos vivido en un estado de guerra y bajo ocupación militar por parte de los EEUU. Esta llegada secuestró de forma indefinida el poder de la sociedad puertorriqueña para dirigirse. Esto ha transformado el proceso de gobernabilidad, sujetándolo en una repetición de políticas económicas y fiscales que no necesariamente encajan en la realidad material de nuestro país. Esto ha precipitado un descontento colectivo de muchos sectores. Ese descontento se ha traducido, para unos sectores, en actos de agitación y de reto a la autoridad colonizadora. De ahí nacen la chocante realidad de tener tres presos políticos y de guerra en cárceles estadounidenses junto al desarrollo de una patria puertorriqueña errante dentro de los EEUU. Gracias a la crisis política y económico-fiscal de la isla, se han borrado las fronteras de la nación culturalmente construida para así reconstruirse el paradigma de la patria fuera de la patria. De los cerca de ocho millones de puertorriqueños, la mitad se encuentra en “el otro lado del charco”, transformando así los conceptos de familias y amigos dentro de las distancias geográficas. Por otra parte, el aspecto económico es determinante para las relaciones políticas y culturales. Este factor es el que define verdaderamente quien es el soberano o no. En este caso, Puerto Rico y casi la totalidad de los países periféricos no existe una emancipación económica. La relación de mercado ha empujado a que los países dependan de vender sus deudas a los sectores privados y atar sus decisiones administrativas a estos. De esta situación de dependencia se ha impuesto una cultura hegemónica de los grandes intereses y defendida “a capa y a espada” por la instrumentalizada “petit-bourgeois” junto a la claque política. Esto lo hemos podido ver claramente en los desarrollos “post-crisis” en América Latina. La clase política, desde la derecha hasta la socialdemocracia y otros sectores progresistas, se abrazó fuertemente a las políticas fiscales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial hacia la privatización y la desaparición del estado benefactor. Estos tres pilares de la casa liberada nos dan un referente para [re]pensar la situación actual de nuestra patria. Como se mencionó a inicios de este escrito, hemos logrado una independencia cultural. Hoy en día el debate de la puertorriqueñidad, aún dentro del espectro partidista, no está en juego ni en un peligro evidente. Por otra parte, el marco político y el económico no gozan de la misma suerte. En el renglón de la política, aún cuando existe una evidente crisis de gobernabilidad, esta no ha tenido la capacidad de traducirse en un cambio social. Seguimos ocupado por el gobierno militar de 1898 con unos cambios cosméticos que se han dado encuadernadas a las realidades históricas que surgen al pasar las décadas. A diferencia de los 1950, época donde Hawái y Alaska fueron anexados a los EEUU, el mundo ha dejado de ser bi-polar. Ya no existe un reto ideológico al capitalismo estadounidense, fuera de las escaramuzas del alegado “Socialismo del Siglo XXI” de Hugo Chávez. Este último, más allá de responder a una necesidad imperante de las masas, ha respondido al capricho de unos sectores que han sabido capitalizar dentro del abandono generado por la política exterior de los EEUU. Ante la caída de la Unión Soviética y el desarrollo de un mundo unipolar, la estadidad con los EEUU es solo un sueño de quimeras. Para que el capital foráneo pueda colonizar un país no es necesario la intromisión militar ni mucho menos la anexión. Con los medios de comunicación masivos y la sensación fetichista de consumo se ha desarrollado un nuevo coloniaje. Como escuchara en una ocasión: “Ya Inglaterra no tiene que colonizar con militares a la India porque lo hizo con zapatos Clark’s”. Para tener una patria liberada, o construir esa casa que debemos pintar de azul capital o rojo socialista, tenemos dos vías. La primera es la convergencia de los sectores progresistas junto a las comunidades, pues fin y al cabo la patria es para ellos y ellas. La otra es sentarnos a esperar que venga una patria de otra galaxia. En lo que llega la libertad de mano de E.T., es necesario la sanación nacional y la convergencia. Plantear dentro de las diferencias la necesidad de la colaboración. Como he repetido en varias ocasiones, si queremos pintar la casa, hay que primero tenerla y bien anclada en los pilares de la independencia cultural, política y económica.
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Foto: Centro de Medios Independientes de Puerto Rico El paradigma gubernamental de Puerto Rico se nutre de la democracia representativa. Este modelo se destaca por ceder los poderes decisionales a un pequeño grupo de personas. En ocasiones, por sus circunstancias sociales e históricas, algun@s de l@s funcionari@s electas no viven cercan@s a las realidades colectivas de las comunidades del país. A su vez la burocracia limita la participación ciudadana en el desarrollo de políticas públicas. En ocaciones la política pública es planificada de forma estándar y centralizada. En otras palabras vienen “pre-fabricadas” y se implementa sin tomar en cuenta las necesidades de los sectores. Esto se puede interpretar que la política pública va en sentido contrario a las necesidades quetienen las comunidades. En los últimos años, el gobierno ha dejado “espacios vacíos” en el desarrollo social. La democracia representativa se ha apartado del fin de representar las mayorías. De esos espacios abandonados es que nace el liderato comunitario. Es decir, personas claves y con iniciativa que viven en la comunidad. Son personas que sufren las mismas necesidades y tienen un gran deseo de cambio. Al perder el gobierno la capacidad de satisfacer las necesidades de las comunidades, este liderato social se impone con el imperativo de la autogestión, desarrollo económico comunitario y la participación ciudadana. Muchos y muchas de este lideratocomunitario son ejemplo para el país. A veces tienen la opinión pública en contra y al sector oficialista del gobierno. No obstante, son escuchadospor gran parte del país por dos razones: padecen lo mismo que nosotr@s y toman acciones, son pro-activo en la hora de denunciar algún atropello. Se vuelven por un momento en el representante delbarrio o la comunidad ante el gobierno y ante el país, algo así como senadores(as) “motu proprio”. Ell@s, algun@s sinsaber, han demostrado la funcionalidad y necesidad de otro paradigma de país, la democracia participativa. Ese liderato comunitario, a diferenciadel liderato político, no vive estático. Es cambiante dependiendo de las necesidades históricas del momento. Han evolucionado por las circunstanciasde la comunidad y el país. Han sido la voz de l@s excluid@s en losprocesos decididos por el gobierno. Han sido defensores y defensorasdel patrimonio histórico, cultural y ecológico. Ejemplos de ello sonlas movilizaciones contra la destrucciónde la Quebrada Chiclana en Caimito, la paralización del Gasoducto del Sur de Tallaboa durante el cuatreniode 2004. Han defendido la integridad de sus comunidades, como la defensa del arte público en Manuel A. Pérez, contrala brutalidad policiaca en el Residencial Candelaria de Mayagüez y las expropiaciones forzadas en el Barrio Bocade Barceloneta. El liderato comunitariono descansa en la fiscalización y continúa dando la lucha por la calidad de vida en las comunidades. Eso podemos verlo conlas recientes manifestaciones contra elGasoducto de Norte a Sur en el 2010. Sin duda alguna las comunidades, juntoa las organizaciones sin fines de lucro, al sector ambientalista y a l@s estudiantes les han dado cátedra de confiabilidad al gobierno y al país. Han demostrado que juntos se puede construir un nuevo país. --- Artículo publicado en Boletín Puentes, Esta es una publicación trimestral del Centro de Vinculación Comunitaria de la Universidad del Sagrado Corazón. Forma de citar la referencia: Cintrón Gutiérrez, L. (2010, Julio-Agosto). La Importancia y aportaciones del liderato comunitario en Puerto Rico. Boletín Puentes, 20, P.1. Con el fin de luchar por la independencia desde un enfoque de educación popular y de empoderamiento del pueblo, un grupo de jóvenes, principalmente ex fupistas, fundaron el Colectivo La Nueva Escuela (LNE). Esta organización, de carácter independentista, lleva cinco años haciendo trabajo comunitario en miras de crear un Puerto Rico desde los oprimidos. Hasta el momento han impactado varias comunidades de lazona oeste y metropolitana de la Isla. Trabajos destacados de esta organización independentista ha sido el Residencial Manuel A. Pérez de Río Piedras, Comunidad Las Latas en Guánica y el Barrio Dulces Labios en Mayagüez. Según Aníbal López Correa, miembro de LNE, esta organización independentista nace principalmente del llamado del Comandante Machetero Filiberto Ojeda Ríos a insertarse en las comunidades y educar para la nueva patria inspirado en la Pedagogía del Oprimido, teoría desarrollada por el brasilero Paolo Freile. Este proponía que todo cambio debe venir de las personas oprimidas. A diferencia de otras organizaciones independentistas, La Nueva Escuela “va trabajando con los problemas inmediatos de la comunidad, no con la teoría de que la independencia es mejor por esto, o porque nos daría más libertad, sino trabajarlo desde las problemáticas que tienen en cada comunidad”, mencionó el también estudiante de maestría en educación en la Universidad de Puerto Rico. A pregunta del entrevistador sobre el nacimiento del proyecto de La Nueva Escuela y la influencia de la lucha contra la Marina de Guerra de los Estados Unidos, López Correa entiende que aun cuando el independentismo en general ha aprendido de la lucha de Vieques y los salvadores de la Isla Grande a la Isla Nena, este proyecto de educación popular nace de la experiencia de los rescatadores de tierra en los años setentas. Vale destacar que los rescatadores de tierra eran personas que retaban la autoridad del gobierno y los llamados grandes intereses para poder construir su propia comunidad en terrenos que estaban ‘elitizados’. Para Aníbal López el inicio de la autogestión y la organización comunitaria tiene a ser una forma nueva de disponer de los servicios del estado. “Detrás de esto hay un proyecto político, que es demostrarle a las personas que la independencia es posible en la medida que nosotros y nosotras nos apropiamos de las cosas que pasan alrededor y en nuestras comunidades podemos decir que como país echar hacia adelante”, destacó el también líder comunitario. “A la medida que el trabajo es de nosotros (los independentistas), nos quedamos solo nosotros”, mencionó el también facilitador del Instituto Universitario de las Comunidades en la Universidad de Puerto Rico. A diferencia de otros movimientos políticos, La Nueva Escuela, más allá de tratar de tomar el poder, desea pasarle el poder al Pueblo. López Correa destacó que en las sociedades democráticas emanan del Pueblo e invitó a que seamos colaboradores de las comunidades y romper con lo que es la teoría. Esto, según el destacado activista comunitario, ha sido una ganancia tanto en las comunidades impactadas por La Nueva Escuela como en otras a nivel mundial, destacando como ejemplo el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil. *La entrevista al camarada Aníbal López Correa es un requisito parcial para el Curso CMU 610, del Programa Graduado de Comunicación en la Universidad del Sagrado Corazón. **Foto: http://www.facebook.com/lanuevaescuela El 10 de diciembre de cada año se celebra a nivel global el Día Internacional de los Derechos Humanos. Cuando se escribió la Carta Universal de los Derechos Humanos en las Naciones Unidas, para el 10 de diciembre de 1948, el mundo sufría muchos conflictos de carácter social, económico, político y étnico. Algunos ejemplos de ellos son: nazismo y fascismo que condujo la Segunda Guerra Mundial y la eventual entrada a la Guerra Fría entre los bloques soviéticos y los Estados Unidos. Esta carta se convirtió en un mecanismo supranacional para proteger la dignidad de las personas, evitar la represión y la discriminación por raza, sexo, religión o condición social. Este documento representó la síntesis de compromisos morales y éticos frente a los atropellos del estado a nivel global. Antes de la adopción de esta Carta, y la incorporación de una similar en la nueva constitución del 1952 en Puerto Rico, much@s puertorriqueñ@s sufrían persecución o discriminación de todo orden. No obstante, las estructuras gubernamentales encargadas de velar por la ley y el orden se encargaron de levantar las famosas tarjetas y posteriormente las carpetas. Esto institucionalizó la discriminación por causas políticas y el uso de la violencia física y simbólica en la sociedad puertorriqueña. Tras la aprobación de las dos cartas de derechos, no hubo un cambio en la violación de derechos humanos y civiles de algunos sectores de la población. Para la década de los setenta se incrementó la persecución política y la violencia policiaca, cobrando la vida de personas como Antonia Martínez, Santiago Mari Pesquera y otras personas más. Otro proceso de violación de derechos humanos y privación de libertad fue la ocupación por parte de la Marina de Guerra estadounidense de Vieques y Culebra. Los incidentes sociales y materiales a causa de la presencia del cuerpo castrense en estas municipalidades fueron un tabú por muchos años. Según Pedro Zenón, líder viequense, la Marina llegó a fichar l@s viequenses con una tarjeta de identificación que incluía huellas dactilares con retratos y se les confinó a vivir en el centro de la isla, rodeados por esta base militar. La discriminación no solo responde a ideología política. Al presente el gobierno no ha implantado una política educativa y social en contra de la discriminación de género, la homofobia, la xenofobia y la discapacidad. Un ejemplo es que por más de treinta años se mantuvo un Pleito de Clase contra el Departamento de Educación por no darle servicios de acceso a la educación a l@s estudiantes con impedimentos (Caso Rosa Lydia Vélez, No. KPE 80-1738). Además, el gobierno ha usado indiscriminadamente la fuerza policial contra movimientos civiles, siendo algunos casos notorios Villas del Sol, la huelga en la Universidad de Puerto Rico y las muertes injustificadas de confinados en la Institución Guerrero en Aguadilla. Estos asuntos han sido investigados por un Relator la Organización de Naciones Unidas, Amnistía Internacional y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). No obstante, no todo es tempestad en Puerto Rico y el mundo. Muchos movimientos civiles y sociales han conquistado y alcanzado derechos que el estado anteriormente no había reconocido. Si no existieran movimientos sociales, al día de hoy nuestros derechos serían muy limitados. Un referente histórico, sin un Ruiz Belvis o un Betances, la esclavitud pudo haber durado mucho más tiempo. Sin una Rosa Parks, un Nelson Mandela y un Martin Luther King, la segregación racial sería la norma en el mundo. La protección de los derechos humanos está en nosotr@s. No hay actividad pequeña para la defensa de nuestros derechos. Como parte de una jornada, Amnistía Internacional, tanto en Puerto Rico como a nivel global, celebra cada 10 de diciembre un maratón de cartas solicitando apoyo para defensores y defensoras de los derechos humanos. Por su parte, La Fondita de Jesús y un grupo de egresad@s de la Universidad del Sagrado Corazón llevarán a cabo el próximo 16 de diciembre la actividad “Somos Calle”, con el fin de despertar conciencia sobre los derechos de las personas sin hogar. Referencias: Amnistía Internacional. 2010. Informe 2010 de Amnistía Internacional. El estado de los derechos humanos en el mundo. http://thereport.amnesty.org/sites/default/files/AIR2010_AZ_ES.pdf. Rescatado el 8 de diciembre de 2010. Unión Americana de Derechos Civiles, Capítulo de Puerto Rico. 2010. Investigación sobre las muertes de confinados en la Institución Correccional Guerrero: Hallazgos y Recomendaciones. http://www.aclu-pr.org/ES/Noticias/Publicaciones/report_informe_guerrero.pdf. Rescatado el 8 de diciembre de 2010. ---. 2008. Relator de la ONU investiga violaciones de derechos en Puerto Rico. Fuente www. Terra Networks. Publicado el 3 de junio de 2008.http://www.terra.com.pr/noticias/articulo/html/act1278015.htm. Rescatado el 8 de diciembre de 2010. Zenón, P. fecha desconocida. La historia de la lucha del pueblo de Vieques. Portal de recursos para estudiantes. http://www.robertexto.com/archivo12/vieques.htm. Rescatado el 8 de diciembre de 2010. El presidente socialista de Chile, Salvador Allende, pronunció en uno de sus más emotivos discursos a la comunidad universitaria de Guadalajara (México) que “Los marxistas conjugamos una misma actitud y un mismo lenguaje frente a los problemas esenciales del pueblo”. Estas palabras en la praxis no están alejadas de la realidad. La comunicación es un elemento necesario para la proyección e intercambio de ideas en cualquier proceso, incluso en el proceso político. Tanto la comunicación como la proyección son elementos que nos facilitaran comunicarnos con las bases y las burocracias políticas. Para ello hay que tener un idioma y un código común. Esto es lo que nos ayudaría, si fuéramos políticos, a no “meter las patas”. Para poder comprender la importancia de la codificación y decodificación de los mensajes en el proceso político electoral hay que visualizar que esto es el equivalente a ir a Plaza las Américas, Mayagüez Mall o algún mercado. Hay una gama de candidatos, en este caso mercancías, y uno tiene que elegir entre no llevarse lo que hay o consumir lo que las condiciones históricas nos ha impuesto. El catedrático en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Piñuel, nos dice en una de sus lecturas que “una de las aspiraciones de cualquier ciudadano cuando se sitúa en el mercado como consumidor, es saber elegir, y adquirir criterios eficaces, no sólo para saber elegir, sino también para defenderse de los fraudes del mercado” (Piñuel: 1990). En ese mismo escrito Piñuel insiste en que no sabemos elegir los productos y tampoco sabemos la prioridad o necesidad de esas cosas para nuestras vidas. De esta norma en la vida de las personas es que se instaura el fraude y las “cogidas de bobo”. Se olvida por completo el valor que le da el mercado a las cosas para atribuirle el valor de los consumidores y las consumidoras. Para codificar esos valores es que viene la publicidad. En el caso del mercado político es la propaganda. Esto crea y atribuye una serie de valores, obviando las necesidades y los usos que tienen el producto (o las cualidades del político) para apelar al valor intrínseco que le damos individualmente a las cosas, a la pena y a otros sentimientos de empatía. En este proceso de selección electoral publicitaria excluye la racionalidad humana para sustituirlo por el impulso irracional. Es tan irracional que aun cuando nos dicen que van a gobernar para "los ricos" le damos el voto ya sea por aspecto físico o por miedos que pueden construir sobre otras ideas. Para difundir estos signos es necesaria la comunicación de medios masivos. En el caso de los políticos se vuelve su presencia en un acto de terrorismo mediático. Según Piñuel, el terrorismo se mantiene vivo con los medios masivos ya que estos le dan importancia dándole primeras planas. Como necesitan tener primeras planas hacen hasta lo indeseable para llegar ellas. Podemos encontrar algunos ejemplos en el plano electoral puertorriqueño. El más trascendental fue el novoprogresita Pedro Rosselló. El exgobernador tuvo un excelente mercadeo político de su figura. Se mercadeó su físico sobre las ideas proselitista. Esto provocó una votación fuera del marco de la racionalidad. Para poder continuar proyectando su imagen y mantenerse vivo en el ruedo político fue capaz de dar controversiales entrevistas, humillar a al congreso estadounidense con su “Don’t push it” y hasta salió caminando por las calles del San Juan Antiguo con un disfraz simulando la popular canción del panameño Rubén Blades, Pedro Navaja. La existencia de la publicidad como forma de promover las ideas en un proceso electoral pone entredicho el proceso democrático de estas. Cuando las personas no actúan dentro de un marco de la racionalidad y lo que impulsan las estructuras de poder son el pensar fuera de las prioridades y necesidades individuales y colectivas, se rompe los nexos de participación ciudadana para convertirse en la quincalla electoral/dictatorial. Referencias: Piñuel Raigada, J. L. (2006). La comunicación y la experiencia: saber comunicarse no significa saber de comunicación [Versión PDF]. Recuperado de http://www.ucm.es/info/mdcs/Ensayo1.pdf Piñuel Raigada, J. L. (1990). La imagen del consumidor en la publicidad [Versión PDF]. Recuperado de http://personales.jet.es/pinuel.raigada/Felafacs27.pdf Piñuel Raigada, J. L. (1988). Comunicación social y terrorismo [Versión PDF]. Recuperado de http://www.psicotecnia.com/Comunicacionyterrorismo.pdf. |
Luis Javier
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