IntroducciónLa fundación de un partido que se proclama como de los trabajadores y con las movilizaciones sindicales contra proyectos que atentan contra el bienestar económico de esta clase nos plantea la necesidad de estudiar y reflexionar como estos se han insertado en el proceso público de Puerto Rico. En otros países del mundo, los trabajadores han logrado insertarse en el ruedo político, manteniendo con éxito una representación proletaria en las estructuras legales del Estado. Otros movimientos obreros han decidido mantenerse fuera de la estructura de la toma de decisiones para así poder continuar haciendo presión como movimiento social. Ambos, partiendo de la premisa marxista de que los obreros son “el motor de la historia” y que son una clase marginada que necesita organizarse para la reivindicación. Con una tradición de lucha obrera que empieza desde finales de la época española y varios intentos de mantener vivo un partido, Puerto Rico hoy se enfrenta a la inscripción del Partido del Pueblo Trabajador (PPT). Esta estructura, pretende insertarse en el proceso de toma de decisiones y darle voz desde el legalismo a los sectores obreros en una sociedad que está perfilándose como una “post-trabajo” gracias a las políticas neoliberales y a la sustitución de la mano de obra por máquinas en el sector privado. El PPT no es el primer intento en Puerto Rico para incorporar en la política a los trabajadores. Desde tiempos de España han existido distintos partidos políticos de carácter obrero, siendo uno de los más destacados el Partido Socialista de las primeras décadas del siglo XX, bajo la soberanía americana. Existen varias diferencias en la forma de fundación y en las realidades sociales en que se dan ambos proyectos. Aun así, la existencia de un partido del Pueblo Trabajador nos da un pie forzado para analizar cuál ha sido el rol y la actuación de la clase obrera en el contexto político-electoral. Por ello, este estudio pretende analizar cómo la clase obrera se ha comportado en periodos electorales, teniendo estos una estructura partidista de un crecimiento relativamente bueno. Se estudia la militancia de la clase trabajadora zarpando desde uno de sus instrumentos más fuertes, las huelgas. Aun cuando nos hubiera gustado hacer un análisis extenso sobre el asunto, el mismo se contextualiza en el periodo de las primeras décadas del siglo XX, hasta principio de los 1940. El análisis del trabajo se realizó con metodologías pragmáticas, partiendo de un análisis estadístico nutrido de referencias históricas. Marco HistóricoHuelga como método de lucha. La huelga ha sido un mecanismo de la clase obrera para demostrar su descontento y ejercer presión. Tanto en el régimen español, como bajo la soberanía española las huelgas se han utilizado principalmente para demandas de mejores condiciones salariales y laborales. Son eventos que dramatizan el descontento de los trabajadores y apuntan a ejercer presión a los patronos y/o al gobierno. Las huelgas más conocidas de principios de la década pasada eran por remuneraciones salariales. Agustín Nevarrete (1914) asegura que el asunto salarial ha sido la causa primaria de todas las huelgas obreras. Esto se ha dado gracias al desarrollo de unas libertades y el progreso que daban el desarrollo industrial frente al feudalismo y a la esclavitud[1]. La huelga portuaria de 1938 fue por una reducción salarial de entre 28.6% y 31.8%[2]. Las condiciones de la huelga cañera de 1915 fueron por la austeridad tomada por el Estado y por la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores[3]. Las huelgas son mecanismos que se dan de forma pensada, o por impulso, para logran unas revindicaciones por parte de un cuerpo gremial organizado. Se han dado para darle freno a patrones inhumanos no tienen consideraciones de los obreros como fuerzas productivas. Una huelga nace con el fin de lograr cambiar la preocupación del jefe y sus obligaciones con los trabajadores. De igual manera surgen para reclamar derechos y sentimientos de justicia[4]. Independientemente del resultado, las huelgas dejan una marca en la vida social colectiva[5]. Eso podemos notarlo en la repetición de consignas y estribillos cuando hay manifestaciones obreras. Desde tiempos inmemorables podemos destacar consignas como “lucha sí, entrega no”, la cual ha penetrado a otras luchas como la estudiantil. Igualmente los poemas sobre huelgas y rompehuelgas se permean en la sociedad hasta el presente. Obreros y el ruedo político puertorriqueño. En Puerto Rico ha habido una tradición sindical y una tradición de lucha obrera que no ha sido muy estudiada. Los estudios que existen, parten de paradigmas marxianos, mitificando la lucha obrera en el supuesto de que “los trabajadores son el motor de la historia”. Desde los tiempos de la soberanía española ha habido manifestaciones obreras solicitando reivindicaciones salariales. Con la devaluación de la moneda mexicana, la de uso en Puerto Rico, y las luchas de independencia en Cuba, el movimiento obrero puertorriqueño inició a insertarse en la opinión pública y a tener valor político. Esto despertó el afán de los partidos existentes en buscar mayor simpatizantes en la masa proletaria que se estaba insertando en el plano público. También se empezó a escuchar la necesidad de fundar un partido de los trabajadores[6]. La clase trabajadora empezó a ganar espacio en la denuncia y en la protesta en el régimen autonómico español, el cual llegó a ser socavado por los terratenientes. Esto llego a crear tensiones en lo que fue la lucha laboral[7]. Mientras en la corona española se veía un gran antagonismo con el movimiento laborista, los Estados Unidos perfilaban una nueva esperanza a la lucha obrera. La existencia de sindicatos y las visiones programáticas de derechos del hombre, así como la emancipación proletaria, en las Uniones Obreras en los Estados Unidos permearon la lucha en la isla[8]. Aun así, bajo la corona española, los trabajadores habían logrado una mínima participación en las elecciones bajo el régimen autonómico[9]. Con el cambio de soberanía en Puerto Rico, a raíz de la Guerra Cubano-Hispano-Americana, se dan cambios radicales en la política de la isla. Se dan libertades que bajo la corona española no existían. Aun así, se había perdido el voto de la clase trabajadora, dando el poder de decisión en las elecciones a profesionales, comerciantes, industriales y propietarios[10]. Esto dio espacio a la entrada de sindicatos proveniente de los Estados Unidos, con el fin de organizar y dar una coherencia economicista de la lucha obrera. Vale destacar que los primero años de la llegada de los estadounidenses, centró sus asuntos electorales en construir un régimen fuera del militar impuesto tras la invasión. Según un documento del Instituto Laboral de Educación Sindical, la Federación Libre de Trabajadores participó en las elecciones de 1906. Esto lo hace en carácter de partido local y sin afectar electoralmente al Partido Unión[11]. Este partido era la fuerza hegemónica de las primeras décadas del siglo XX. En el 1917, con un año de retraso, entra en vigencia la Ley Jones. Este nuevo orden político, el cual deroga el Acta Foraker, impone un nuevo sistema de gobierno en la isla con separación de poderes y derechos individuales. También otorga la ciudadanía americana y da paso a la celebración de unas nuevas elecciones[12]. Años antes, para el 1915, los trabajadores agrícolas estaban literalmente al margen de la organización sindical. Esto a pesar de haber pasado por varios conflictos huelgarios. Este año había detonado una de las huelgas más grandes y amplias del sector cañero en Puerto Rico. Aquí vieron oportunidades los sindicatos estadounidenses para organizar los sectores agrarios[13]. La azúcar representaba para los Estados Unidos un producto de primera necesidad. Por ello Puerto Rico llegó a ser un suplidor de gran importancia para el país norteño. Las tarifas de venta, las escasas ganancias y la crisis económica inferior a la de 1905 generaron esto en la isla, movilizó a los trabajadores de la caña[14]. Esa huelga en los cañaverales logra organizar el Partido Socialista en el 1915. Por la represión por parte del gobierno, el liderato político de este nuevo partido se exilia en la Ciudad de Nueva York y logran afiliar la Federación de Trabajadores con la “American Federation of Labor”[15]. Hay que resaltar que este partido promovía la unión con los Estados Unidos. En el 1917, el Partido Socialista entra a competir en las elecciones. El nuevo partido obrero logra obtener 24,468 votos y posicionan un representante y un senador en la legislatura local. Para 1920, se reporta una participación electoral de 92% y los socialistas logran duplicar sus votos con cerca de 59,140. También posicionan en la legislatura a un senador y cuatro representantes[16]. Este partido de carácter obrero logró mantener coalición con sectores republicanos puros. Esto lleva tres socialistas a la legislatura en el 1924[17] y doce en el 1928 bajo la insignia de “Socialista-Constitucional”[18]. Además de la representación obrera por parte del Partido Socialista, en la década de los 1930 se incorpora el Partido Nacionalista de Puerto Rico a la vida público electoral. Su liderato promovía el desarrollo de la burguesía nacional y desarrollar la economía de la isla en torno a su realidad de isla. El presidente de dicho partido, Pedro Albizu Campos, de forma fogosa, aseguraba que la industria cañera y los azucareros eran enemigos de la patria. A pesar de eso, en la década del 30, el movimiento obrero fue traicionado por su liderato y le pidió al nacionalismo albizuista dirección en su huelga de 1930[19]. Aun este apoyo nacionalista a la huelga de la caña, el nacionalismo sólo sacó 5,257 votos mientras que la unión de socialistas y republicanos posicionó a Santiago Iglesias Pantín, histórico líder del Partido Socialista, como comisionado residente y 18 legisladores socialistas en el plano público. Esto empujó al nacionalismo a tomar las armas y abandonar las urnas[20]. Metodología y análisis Para el análisis de las huelgas en Puerto Rico se usó la base de datos La huelga como instrumento de lucha obrera, 1915-1942 desarrollada por el sociólogo Juan José Baldrich, profesor de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Estos datos corresponden a la colección de los informes publicados por el Comisionado del Trabajo de Puerto Rico en referente a los conflictos huelgarios y sus resultados. Estos eran informes que se le entregaban al gobernador de turno por parte del Departamento del Trabajo. Los datos recogen desde 1915 hasta el 1922. Luego colecta desde el primer semestre de 1931-1932 y el segundo de 1941-1942. Por limitaciones de la fuente, no se considera para estudio el periodo de la llamada “Gran Depresión”. De igual manera, el catálogo de variables de esta base de datos reconoce que los mismos no recogieron la totalidad de las huelgas, controversias, y paros que ocurrieron durante el período, pues sólo incluye aquellas en que el Negociado de Conciliación y Arbitraje del Departamento del Trabajo intervino. Estos datos no toman en consideración eventos huelgarios fuera de los que el Departamento del Trabajo intervino. Esto podría dejar huelgas importantes que o paros que no necesariamente se resolvieron en las mesas oficialistas de negociación. Se trataron de completar la información de huelgas en el periodo de la Gran Depresión con las estadísticas de los Informes Anuales de la Policía de Puerto Rico 1901-1955 compilados por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico en el 2011. Esta base de dato, con valiosa información sobre delitos en la isla también tiene la misma deficiencia de la levantada sobre las huelgas en la medida que no aparecen datos sobre delitos y huelgas en la mitad de la década del 20. La muestra a estudiar es de 723 casos que provee la base de datos. Fueron analizados en el programa SPSS (versión 19). Por la forma en que fueron colectados los datos, partimos de la premisa que tienen una distribución normal. Los datos que estaban incompletos fueron descartados en la parte final del análisis. De la misma manera, se eliminaron del análisis todo valor que se pudiera considerar extremo. Algunas gráficas se hicieron en el programa Microsoft Excel 2007. HallazgosLa base de dato contenía diversas variables relacionadas a la duración de la huelga, resultados, años de inicio y culminación de la misma, al igual que los pueblos donde se daba y el género de los huelguistas. Para este trabajo reagrupamos los años de inicio de las huelgas y los dividimos en dos periodos. Uno electoral y otro No electoral. Los años electorales que se consideran en el análisis son los de 1917, 1920, 1932, 1936 y 1940. Los demás corresponden entre el 1915 y 1942 corren como años no electorales. La frecuencia de conflictos huelgarios analizados es cercana al 32%, con unos 231 casos, mientras que el 68% de los casos de huelga se dieron en periodos no electorales. El análisis de los datos no cuenta, por limitaciones de las fuentes, con los datos correspondientes a un pedazo de la década del 20. Aun así, partiremos de la premisa de que los mismos tienen una distribución normal, si todo lo demás es constante. Cuando se acude a la huelga, es por obtener mejores condiciones laborales o salariales. Los datos analizados en la Gráfica 1 revelan que más del 67% de las huelgas tienen como fin ulterior la reivindicación económica. En mucha menor medida, los obreros luchan por mejorar sus condiciones de salarios (14.8%) y la solidaridad con otros compañeros o trabajadores (11.3%). La menos importante para los obreros puertorriqueños es la defensa de lo que es el sindicato, pues cerca del 6% de las huelgas son relacionadas con el mismo. Se intentó hacer este análisis separándolos por periodo electoral o no electoral. El mismo no se pudo completar por la ausencia de datos suficientes y la poca significancia que lanzaban las pruebas de correlación y de ji-cuadrada. La gráfica 2 muestra una tendencia decreciente en los conflictos huelgarios en Puerto Rico en el periodo de 1915 al 1942. La cantidad observada de huelgas tiene un comportamiento muy similar a la tendencia estimada, aun cuando tiene dos casos extremos. Uno de ellos es el 1920 y el otro es en 1933. En 1920, el gobernador de Puerto Rico había prohibido las manifestaciones sindicales y las huelgas, así como el uso de la bandera roja. Para el 1933 fueron los mayores conflictos obreros en el sector de la caña. La década de 1930 se llegó a destacar por la agitación social creada por la insatisfacción con el sistema capitalista[21]. Estos periodos pudieron haber influenciado para que sean consideraros como valores extremos. Aun cuando no muestra un comportamiento muy cercano a la línea de correlación, la tendencia de la Gráfica 3 se muestra en manera decreciente. En otras palabras, las huelgas más viejas llegaban a tender mayor duración que las más recientes. Hay que recordar que por la condición en que se colectaron los datos, hay un vacío de información en la década de los 20. Aun así la tendencia marcada es a disminuir la duración a la medida que se tiene mayor experiencia política. Se examinó el promedio de la duración de los conflictos huelgarios en tiempo electoral y en tiempo no electoral. Aun cuando tiene valores extremos muy grandes el periodo electoral, se decidió mantener sin eliminar los mismos porque luego de un análisis de ANOVA (Tabla 2), se demostró que son muy significativos los resultados. Vemos que en año eleccionario, las huelgas tienen a ser mucho más largas que en periodo no eleccionario. Esos valores extremos que se presentan corresponden al periodo electoral de 1920, dónde hubo diversas prohibiciones por parte del gobernador. Además fue un periodo de inestabilidad política tras la muerte de líderes históricos como José de Diego y la renuncia del gobernador Arthur Yager[22]. Las huelgas dependen en cierta medida de su militancia. La Tabla 3 muestra los niveles de militancia en las huelgas analizadas. Podemos ver que el promedio de huelguistas en periodos no electorales son un poco más de dos veces mayor que en el tiempo eleccionario. Luego de un análisis de ANOVA, se entiende que es algo significativo la relación de la militancia en los periodos definidos. Por último se analiza los resultados de las huelgas en Puerto Rico. Según un análisis de frecuencias estadísticas, aproximadamente el 81% de los conflictos huelgarios tuvieron soluciones favorables para los trabajadores. Decidimos hacer una tabulación cruzada sobre resultados por periodos, usando como base los años electorales y los no electorales. Pudimos ver una leve tendencia de mayor resolución favorable a favor de los trabajadores en tiempos electorales. La Gráfica 4 hace una referencia del mismo. A pesar de la ilustración gráfica, los niveles de significancia no son muy aceptables. Reflexiones finales Si aceptamos los datos de las huelgas como contantes y con distribución normal, podríamos entender que luego de la fundación del Partido Socialista como uno de carácter obrero, la militancia ha ido bajando por parte de los trabajadores. Esto con la excepción de los dos valores extremos, del 1920 y del 1932. Podemos notar un periodo alto de conflictos huelgarios antes de 1917 desataron la organización obrera de un partido electoral. También vemos que los obreros puertorriqueños luchan por reivindicaciones salariales, por encima de las condiciones laborales o del mismo sindicato. A pesar de ser un periodo con menos huelgas, los periodos electorales movilizan mayor cantidad de personas que en tiempos “regulares”. Este periodo también muestra tener un poco más de receptividad para la resolución favorables de conflictos obreros. Para un futuro trabajo sería ideal tener datos que nos ayuden a visualizar la situación de la década cercana a la gran depresión. Sería idóneo contar con los resultados crudos de las elecciones y de los miembros de los distintos sindicatos para poder entender de mejor manera si la existencia de un partido de trabajadores logró penetrar en la clase obrera fuera de las especulaciones estadísticas de este escrito. Esto nos ayudaría a comprender cuál sería la vigencia de un partido de obreros en el quehacer político de Puerto Rico. Notas:
[1] Nevarrete, Agustín. 1914. Relaciones del capital y el trabajo: influencia social de la huelga. En Conferencias dominicales de la Biblioteca Insular de Puerto Rico. San Juan de Puerto Rico: Biblioteca Insular. [2] Taller de Formación Política. 1988. No estamos pidiendo el cielo: Huelga portuaria de 1938. Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán. pp. 16. [3] Bird Carmona, Alturo. 2001. A lima y machete: La huelga cañera de 1915 y la fundación del Partido Socialista. Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán. pp. 64-65. [4] Nevarrete, Agustín. 1914. Relaciones del capital y el trabajo: influencia social de la huelga. En Conferencias dominicales de la Biblioteca Insular de Puerto Rico. San Juan de Puerto Rico: Biblioteca Insular. pp. 176. [5] Ibid., 178. [6] Ibid., p. 16. [7] Ibid., p. 17. [8] Ibid., p. 19. [9] Ibid., p. 21. [10] Ibid., p. 21 [11] Bayrón Toro, Fernando. 2003. Elecciones y Partidos Políticos de Puerto Rico: 1909-2000. Mayagüez, Puerto Rico: Editorial Isla. pp. 127-129. [12] Ibld., 148. [13] Bird Carmona, Alturo. 2001. A lima y machete: La huelga cañera de 1915 y la fundación del Partido Socialista. Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán. pp. 43. [14] Ibid., 81. [15] Bayrón Toro, Fernando. 2003. Elecciones y Partidos Políticos de Puerto Rico: 1909-2000. Mayagüez, Puerto Rico: Editorial Isla. pp. 148. [16] Ibid., 154-157. [17] Ibid., 161-163. [18] Ibid., 167-172. [19] Taller de Formación Política. 1982. La cuestión nacional: El Partido Nacionalista y el movimiento obrero puertorriqueño (aspectos de las luchas económicas y políticas en la década de 1930-40). Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán. [20] Bayrón Toro, Fernando. 2003. Elecciones y Partidos Políticos de Puerto Rico: 1909-2000. Mayagüez, Puerto Rico: Editorial Isla. pp. 173-182. . [21] Cancel, Mario R. 2010. La Gran Depresión de 1929: violencia y sociedad. Puerto Rico: su transformación en el tiempo. http://historiapr.wordpress.com/2009/04/12/la-gran-depresion-de-1929-violencia-y-sociedad/ (10 de mayo de 2012). [22] Bayrón Toro, Fernando. 2003. Elecciones y Partidos Políticos de Puerto Rico: 1909-2000. Mayagüez, Puerto Rico: Editorial Isla. pp. 153.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Luis Javier
|