El pasado 11 de septiembre las calles de Barcelona se convirtieron en la mayor tribuna de reclamo de independencia de la región de Cataluña. La crisis económica del estado Español ha impulsado que florecieran los viejos reclamos de independencia en Cataluña. Esto ha provocado que se dividan las posturas del futuro de esta zona entre la federalización o la separación. El pasado 11 de septiembre las calles de Barcelona se convirtieron en la mayor tribuna de reclamo de independencia. Poco más de un millón de personas rechazaron la actual crisis económica y las políticas conservadoras del Partido Popular. La consigna de la manifestación fue: "Cataluña, nuevo estado de Europa". El gobierno nacionalista y neoliberal de la Convergència Democràtica de Catalunya ha exigido la creación de "instrumentos de Estado". Según el periódico El Mundo, en su versión digital del 24 de julio, Cataluña necesita conseguir liquidez por valor de 7.182 millones de euros antes de final de año. Según el periódico madrileño, el gobierno español le adeuda más de 300 millones de los periodos fiscales de 2008 y 2009. Mientras, el 31 de julio, teleSUR señaló que la Generalitat de Cataluña no tenía dinero para las ayudar a la beneficencia social y los servicios a la tercera edad por tener que colaborar con la Hacienda Española. Artur Mas, presidente de la Generalitat y miembro de la coalición de partidos nacionalista, ha insistido ante la prensa española que "Cataluña necesita un Estado propio". En el Forum Europa celebrado en Madrid, Mas insistió en que él y los catalanes habían pensado por mucho tiempo que ese podía ser el Estado Español y “hemos trabajado para que eso fuera así pero eso no se ha trabajado lo suficientemente bien". De hecho, RTVE reseñó que Mas pidió la celebración de un referéndum en esta comunidad para conocer si la mayoría de los catalanes se considera una nación. La Assamblea Nacional Catalunya ha impulsado, por su parte, que esta votación se debe dar en el 2014. Aun cuando el presidente de la comunidad autónoma catalana cree en la votación y ha llevado el reclamo ante la Moncloa, no existe una fecha clara para celebrar dicho plebiscito. "Nosotros le hemos dicho que debe haber un referéndum en 2014. El presidente nos ha manifestado que un día u otro se deberá hacer. Está de acuerdo, pero es la decisión del Gobierno convocarlo", le explicó la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, a El País el 14 de septiembre. Oposición a la separación El Rey de España, Juan Carlos I, se ha opuesto a la separación de la Comunidad Autonómica de Cataluña, mientras llama a la "unidad nacional" española. El pasado 19 de septiembre el monarca español dijo que “lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas”. Por otra parte, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partido de carácter socialdemócrata que llevó el proceso político post-franquista, se opuso tenazmente a la independencia y al reclamo de instituciones de Estado como la Hacienda. Sobre este particular, la agencia de noticias EuropaPress reseñó, el pasado 25 de julio, que la Secretaria de Organización socialista acusó de "insolidaria" la propuesta de crear una Hacienda propia por parte del gobierno catalán. Esto ha sido uno de los asuntos que detonó la última manifestación independentista. El Partido Socialista Catalán (afiliado al PSOE) a rechazado la independencia catalana y abrazado el sistema federal español. De su lado, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno Español y dirigente del Partido Popular, invocó la constitución para reprimir lo que ha llamado la "amenaza nacionalista". Según la Agencia EFE, Rajoy ha instado a los nacionalistas catalanes a no echar "la culpa a los demás" sino a "colaborar todos juntos". A pesar de estas críticas hecha, el dirigente del gobierno español está dispuesto a dialogar con Mas para analizar una alternativa de reforma contributiva, diálogo que ha empezado en la Moncloa el pasado 19 de septiembre. En cuanto a los llamados partidos de "izquierda", éstos no han mostrado una postura clara ante el asunto. Ante toda esta discusión, el presidente de la Generalitat ha manifestado que el deseo de independencia es algo superior. En una conferencia de prensa luego de su reunión con Rajoy, insistió en que "hay pueblos que se sienten nación y eso no lo van a cambiar con una constitución ni lo van a cambiar por unas declaraciones por muy alto rango que tengan. Insistió en que esto es "un sentimiento que no va a cambiar". También ha recordado lo necesario que son construir estructuras de Estado por el bien de los catalanes. Independencia Catalana como viejo debate El nacionalismo se alimenta de un imaginario que se circunscribe al reconocimiento mutuo. Esta ideología tiende a marcar diferencias y a definir fronteras. También ha construido una narrativa desde la modernidad que tiene a pluralizar y darle valores intrínsecos a ciertos símbolos. Aun cuando algunas tendencias de posmodernidad ha puesto el nacionalismo en crisis por la globalidad de los asuntos locales, la necesidad de un relato nacional catalán se ha mantenido latente. David Miller, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Oxford había manifestado en la década de los noventas que aun con los fuertes lazos políticos y económicos, el individualismo de las naciones seguiría proliferando. En este sentido, el nacionalismo cultural catalán se ha convertido en el escudo ante el aspecto económico. Se ha vuelto en el grito de Guerra de Convergència Democràtica de Catalunya, sintetizando los elementos lingüísticos y culturales con el aspecto económico de que la independencia podría anclar una economía estable para Cataluña y la Comunidad Europea. Por otro lado, el nacionalismo catalán no necesariamente tiene el carácter revolucionario y antiimperialista que habríamos vivido en América Latina. Se ha atado a la ideología económica neoliberal y europeísta. El analista español, Iñaki Gabilondo, ha insistido en que el reclamo independentista no puede estar como algo abstracto y que los partidos nacionalistas catalanes deben decidir si esto debe ser un sueño o un objetivo. Ha exigido que si los partidos nacionalistas apoyan la independencia lo dejen explícito en sus programas de gobierno. Tampoco es un acto muy innovador y ajeno a la realidad política española. El País Vasco ha tenido los mismos reclamos de libertad e independencia. Este proceso llevo a lo que el grupo separatista ETA llamó guerra contra el Estado Español. En fin, la crisis económica española ha empujado a la comunidad catalana a enfrentarse a lo que el nacionalista puertorriqueño, Pedro Albizu Campos, abría nombrado como la "sagrada definición". Les toca ahora decidir en el siglo XXI si quieren ser catalanes o españoles. ______________
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Luis Javier
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